martes, 6 de febrero de 2007

¿MEMORIAS o RECUERDOS?



¡IR LEJOS! Veinte años en el Perú


Me explico que quieras tanto a tu Patria y a los tuyos
y que, a pesar de esas ataduras,
aguardes con impaciencia el momento de cruzar tierras y mares
- ¡Ir lejos!-
porque te desvela el afán de mies.
Cam. Nº 812





INTRODUCCIÓN.

Empezaré por el Título. Me ha parecido poner esta interrogación porque, en un primer momento lo titulé: MEMORIAS; pero, en estos días he visto un libro donde su autor se preguntaba si le debía poner a su libro Memorias o Recuerdos. Se decantó por Recuerdos, pues le fallaba mucho las fechas. A mi me pasa lo mismo.
En este proyecto han intervenido -o me han motivado, más bien-, de forma decisiva Don Jose Luis, Paco Bobadilla y Oliveros.
Es un comienzo de esta introducción atípico. Suele iniciarse esta con las partes y el por qué de su publicación. El caso es que es lo primero que me viene a la cabeza, aunque no sea muy ortodoxo.
Entre los sentimientos íntimos que tenía a inicios de los noventa es que iba “a dejar mis huesos” en el Perú, concretamente en Piura. Así me parecía cuando “pasaban la puerta de la existencia –como afirma Juan Pablo II, en el Evangelio de la Vida- Ramón Mugíca, Jorge Boladeras , Don Vicente y Nato Pérez Vargas. Todos ellos muy amigos míos que dieron el “salto” con garbo al más allá.

He tratado en todo momento de ser en exceso optimista, por lo que de singular es cada acontecimiento en cada persona, singular y maravilloso, por la repercusión que tiene a su paso por la tierra. Ha sido, por tanto, una aventura en la que los “sueños se me han quedado cortos”.

Hay un hilo conductor o “live motiv”, los encuentros con las personas; y, después unos hitos o podría llamarse etapas: en el 77 por ser los comienzos de mi estadía en Lima. Siguiendo con el 81, era mi primera salida a Europa como sudamericano. Cruzaría el Atlántico, otra vez, en el 84. La fecha del 87 con el inicio de mi nacionalización. Finaliza la década de los ’80 con la aventura de los colegios; en noviembre viajo con Dante para colocar los cimientos, recogiendo experiencias del colegio Alpamayo.
Precisamente, en Alpamayo es donde he trabajado el último año de mi estancia en el Perú.

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