viernes, 22 de abril de 2016

Un orbe católico


AUTOR: Robert Hugh Benson


Estamos tan acostumbrados al mundo laico y secular de la modernidad y a su aparente avance indetenible que nos resulta muy difícil imaginar otro, en el que, a diferencia del nuestro, el catolicismo ocupe el centro de la vida social y personal. Es más, a la mayoría de los católicos es muy probable que un mundo así les resulte no solo imposible, sino aún indeseable. ¿Cómo sería el mundo, sin embargo, si, por el contrario, las tendencias laicistas y agresivamente secularizadoras de las ideologías modernas hubiesen sido derrotadas por la fe católica y ésta fuese la matriz en la que se configurara la sociedad humana? Esto es justamente lo que imagina Robert Hugh Benson enAlba triunfante, una  sorprendente novela escrita en 1911, unos años después de su obra maestra Señor del mundo(1907). De hecho, Alba triunfante no es la continuación de Señor del mundo, sino una suerte de contrapunto, en el que se muestra qué hubiese ocurrido si, en lugar de imponerse el humanismo ateo moderno, el catolicismo se hubiese constituido en el fundamento espiritual de la sociedad moderna.
Robert Hugh Benson

La novela se desarrolla en un ficticio 1973 y, como en Señor del mundo, está llena también de visiones futuristas —estilo Julio Verne— de un mundo lleno de grandes progresos tecnológicos y científicos (el autor parece fascinado por la idea de las máquinas voladoras —es decir, los aviones—, hoy tan triviales para nosotros). Pero no es ese el punto más interesante de ambas novelas, aunque les otorga una calidad cinematográfica también muy adelantada para su tiempo. Lo realmente importante está en la profunda visión metafísica, teológica, cultural y aún política que subyace y se expresa en esta narración. La sociedad cristiana que describe Benson ha logrado una síntesis entre la ciencia moderna y la teología, en la que ambas, en lugar de entrar en conflicto, reconocen cada una su lugar y se enriquecen mutuamente, para provecho de la humanidad. Esta complementariedad de la fe y la razón, que es uno de los rasgos más importantes del catolicismo y que fue equilibrada y brillantemente desarrollada y proclamada como esencial al sistema dogmático católico en el Concilio Vaticano I, está muy inteligentemente expresada en esta obra. Esto obedece no a un mero pacto de caballeros o a una forzada tolerancia, como quizás sucede hoy en día, sino precisamente porque en el corazón del universo bensoniano late la convicción de que el dogma cristiano no es un mero “sistema de símbolos” que vehicula contenidos éticos, sino la única expresión posible de la revelación del núcleo último de la realidad y su sentido. Si esto es así, no tiene la ciencia moderna nada que temer de la fe, ni la fe nada de la ciencia. Ni va la fe a hundir a la ciencia en el “oscurantismo”, ni va la razón científica a disolver la fe, puesto que cada una reconoce su puesto esencial en el acceso del hombre a la comprensión de la realidad, que no queda reducida a mero “hecho positivo”.

Salvator Mundi (Atribuido a Leonardo)

Este es el elemento de la obra de Benson que me parece más relevante y actual y que apunta justo en la dirección de una de las carencias que están en la base de la debilidad que muestra el catolicismo contemporáneo: estamos tan embebidos en una suerte de positivismo materialista y humanista ambiental, que pareciera que los creyentes, muy en el fondo, no nos tomamos realmente en serio la idea de que los dogmas de la fe cristiana no son “simbólicos” (en el sentido moderno de que algo simbólico no es real), sino que son la expresión racional de verdades ontológicas, metafísicas de aquello que es último, fundamental, de la realidad. Hemos olvidado que, en cristiano, lo simbólico es sacramental, es decir, hace presente de manera real aquello que en sí mismo es lo más real de la realidad. En los últimos decenios, un cierto y absurdo desmedro de lo dogmático en favor de lo ético ha terminado —de manera bastante sutil y hasta inadvertida para los creyentes— por reducir el cristianismo a una suerte de ética filantrópica e incluso ha operado una especie de “protestantización” del catolicismo, cuando no en una politización radical-izquierdista del mismo.

Esta distancia entre nuestro mundo y el universo de Benson, donde la ortodoxia no era sinónimo de cerrazón e inmovilismo mental, hace que la lectura pueda resultar incómoda y a veces hasta irritante para nosotros, lectores ilustrados de un mundo que de moderno pasó a nihilista. Sobre todo, cuando nos enfrentamos a la manera en que Benson resuelve el problema de la relación entre la política y la fe en un hipotético mundo ambientalmente católico como el que describe. No quiero abundar mucho en este punto, puesto que no quiero robarle al lector la propia experiencia de la extrañeza, que me parece esencial para el disfrute de la lectura de esta novela. Pero sí es bueno aclarar que hay que entender el propio universo mental de Benson, que es un inglés converso de finales del siglo XIX y principios del XX, monárquico y que desea hondamente ver a su país reconciliado con Roma. Hay que decir que en este difícil asunto, sin embargo, Benson está muy claramente consciente de la diferencia entre el dogma católico y las formas políticas. Y también a su favor, hay que decir que vale la pena leer con atención —justamente si uno tiene convicciones liberales y democráticas— sus observaciones críticas a los modelos políticos modernos, ya que apunta en la dirección de uno de sus problemas fundamentales, aún no resuelto: el problema de las fuentes de la legitimidad política. Es muy interesante también ver cómo Benson, en este punto, acusa muy bien las tensiones internas —que pueden ser muy agudas e inquietantes—, que se presentarían para la Iglesia y los cristianos en un mundo donde ésta fuese, de alguna manera, triunfante.

Finalmente, hay que decir que quizás haya una debilidad en esta novela, comparada con Señor del mundo. Y es que ésta última es, teológicamente, más verosímil. Justamente porque relata ficcionalmente lo que es el contenido de la escatología cristiana, tal como aparece en los textos del Nuevo Testamento: en el fin de los tiempos (que no es algo que va a ocurrir solamente en algún oscuro punto del futuro, sino algo que se inauguró ya con la muerte y la resurrección de Cristo: es justo el tiempo en el que estamos desde hace dos mil años), la Iglesia va a estar en lucha con el Anticristo, que aparecerá incluso como triunfante. Según la Escritura, la victoria final de la Iglesia tiene un carácter esencialmente escatológico. No es que Benson se desdiga de eso, naturalmente: el principio anticrístico sigue presente y activo en Alba triunfante, y las tensiones que se harían presentes a la conciencia cristiana en un mundo católico subyacen a la narración, inquietando al protagonista y al lector. Pero el curso real de la historia parece confirmar más bien la profecía de Señor del mundo que las nostalgias y las esperanzas de conversión del mundo que animaron a Benson a escribir Alba triunfante. No obstante, ambas novelas conforman un gran díptico que tiene que apreciarse en su integridad, para entender la grandeza de la visión de Benson y su muy pertinente convicción de que en la Iglesia católica —con toda su fragilidad— se preserva y transmite la verdad profunda del mundo y de la vida.

Robert Hugh Benson: Alba triunfante, Madrid: Homolegens, 2009, 462 págs. (Esta edición castellana tiene una excelente introducción de Sergio Gómez Moyano, cuya lectura recomiendo a quienes deseen informarse sobre Benson y su obra.)

El texto original en inglés (The Dawn of All) está disponible gratuitamente en Kindle y en eBook.

https://www.goodreads.com/book/show/20755990-alba-triunfante 

jueves, 21 de abril de 2016

El refugio secreto







Desde su publicación, hace más de cuarenta años, la historia de Corrie ten Boom, una relojera holandesa de la ciudad de Haarlem, ha servido de inspiración a millones de personas. Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto a toda su familia, arriesgaron la vida para ayudar a los judíos perseguidos y a los jóvenes buscados por los alemanes para deportarlos como fuerza de trabajo.
Después de convertir su casa en un refugio clandestino donde podía acudir todo el que tenía necesidad, y de salvar a cientos de personas, aquella actividad les llevó a probar ellos mismos el sabor de los campos de la muerte.
Solo pudo sobrevivir Corrie, y gracias a ello pudo contar por todo el mundo esta historia de cómo la fe acaba triunfando sobre el mal, pues no hay pozo tan profundo donde no llegue la gracia y el amor de Dios.
Corrie ten Boom (1892-1983) fue una escritora holandesa célebre por dar refugio a los perseguidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Tras sobrevivir a un campo de concentración, fundó varios centros de rehabilitación y viajó por todo el mundo contando su historia de fe y de esperanza. Fue nombrada "Justa entre las Naciones" por el gobierno de Israel.

miércoles, 20 de abril de 2016

El consumo de la Palabra: El Nuevo Testamento y de la Eucaristía en la iglesia primitiva Tapa dura - 28 de mayo de 2013

Del autor del éxito de ventas del cordero cena y muestras de la vida viene una obra iluminadora que desbloquea los muchos misterios del sacramento católico de la Eucaristía.


Mucho antes de que el Nuevo Testamento es un documento, que era un sacramento. Jesús llamó a la Eucaristía por el nombre de cristianos, posteriormente, dio a los últimos libros de la Santa Biblia. Fue el "nuevo pacto", el "Nuevo Testamento", en su sangre. Los cristianos más tarde amplió la frase para cubrir los libros producidos por los apóstoles y sus compañeros; sino que lo hicieron porque estos eran los libros que se podían leer en la misa. Este simple hecho histórico y demostrable tiene enormes implicaciones para la forma en que leemos la Biblia. En  consumo de la Palabra: El Nuevo Testamento y de la Eucaristía  en la iglesia primitiva, el Dr. Scott Hahn lleva a cabo un examen de algunos de los términos más básicos del cristianismo para descubrir lo que significaban para los autores sagrados, los predicadores apostólicos, y sus primeros oyentes. Por otra parte, en un momento en que la Iglesia se ha embarcado en una nueva evangelización que extrae lecciones para los cristianos hoy en día para ayudar a solidificar su comprensión del por qué es que los católicos hacen lo que hacen los católicos. Cualquiera familiarizado con el rico cuerpo de escritura que fluye tan inspirador de la mano y el corazón del Dr. Hahn sabe que trae profunda intuición personal a su experiencia teológica demostrado ", escribe el cardenal Donald Wuerl en el prólogo del libro.  el consumo de la Palabra continúa en esa tradición ilustre. Nos trae una guía de gran alcance y bienvenidos mientras tomamos nuestro lugar en el gran y desafiante trabajo en compartir la Buena Nueva.
 

martes, 19 de abril de 2016

Liderazgo y capital moral



Autor: Alejo José G. Sison 



9788431328757 
Colección: Astrolabio Empresa 
Año: 2012 
Páginas: 320 
Peso: 0,420 Kg. 


Precio: 20,00 € (19,23 € sin IVA
Descripción 
El libro estudia un amplio surtido de casos de management desde del punto de vista del capital moral: el estado de los guardias de los aeropuertos norteamericanos antes del 11-S, las vueltas de campana de los Ford Explorer y los fallos de los neumáticos Firestone, la batalla por el estilo HP entre Carly Fiorina y los herederos de las familias fundadoras, la dinámica del comportamiento monopolista de Microsoft, los tropiezos de los directivos de Enron, los compromisos de Howard Lutnick con las familias de los supervivientes de Cantor Fitzgerald, cómo la pérdida de la reputación de Andersen provocó su cierre... Además se explican las relaciones entre los diferentes niveles estructurales y operaciones en el comportamiento humano y en la empresa.

lunes, 18 de abril de 2016

A Close Rung Thing [Oficial de caballería]

Editorial Edhasa. 507 páginas. De 17 años en adelante.

 MALLINSON, Allan





Es el primer libro de una larga serie (ya van por diez) que tiene como protagonista a Matthew Hervey, un oficial del Sexto de Dragones del ejército Inglés. Es un libro tremendamente militar donde se descubre el mundo de un regimiento de caballería en plenas guerras napoleónicas.

Una época, absolutamente distinta a la nuestra, donde las guerras son tan frecuentes que tienen hasta su nobleza, sin dejar de ser crueles y causa de tremendas injusticias.

Matthew es un joven oficial que tiene condiciones para ascender. No obstante el general Slade le tiene enfrentado y pone su veto al ascenso aunque el teniente Hervey no deje de dar motivos, en el campo de batalla e, incluso, en tiempos de paz, para conseguir ser mejor tratado por el ejército de su majestad.

Comienza con una batalla en Toulouse donde destaca por una acción heróica pero que acaba volviéndose contra él. El final lo encontraremos en la sangrienta batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815 donde los 67.661 hombres del duque de Wellington se enfrentaron en una auténtica carnicería a los 71.947 soldados comandados por el Emperador Napoleón Bonaparte.

Guerra de estrategia, posicionamiento de los regimientos, elección del lugar más apropiado, paciencia para entrar en combate en el momento oportuno y valor, sobre todo valor para enfrentarse cuerpo a cuerpo o avanzar bajo una lluvia letal provocada por los artilleros. Confusión en el campo de batalla, miedo a la traición, dificultades de abastecimiento... Todo esto y muchas más cosas que se refieren también a la situación personal de cada soldado interviene en el desenlace final de cada batalla y, a la postre, de la guerra.

No es una lectura para principiantes. Hay que tener paciencia para dejarse llevar por una narración descriptiva y, muchas veces, sicológica, sin buscar ansiosamente la acción, aunque también la hay.

Una figura, la del teniente Hervey, que va quedando perfectamente delineada por el autor, llegando a producir en el lector una profunda admiración por un hombre recto que sabe seguir su conciencia a pesar de que esto pueda acarrearle graves prejuicios: la justicia está por delante de la obediencia militar.

Maravillosa obra que gustará a los amantes de la historia y de la vida castrense.