viernes, 25 de abril de 2008

Criterios para un buen gobierno

Una vez me tengo que dirigir a una de las comunidades del PP. Es una pena que lo que realmente esté en cuestión es los criterios éticos sobre los "políticamente correctos". Antes lo hice, en la comunidad de Madrid, con motivo de los horarios en el comercio de los fines de semana; éstos no respetan la vida familiar, ni la protegen y apoyan.
Ahora les digo al PP de Valencia, siguiendo la actual deriva generalizada en el PP de desvincularse del movimiento de objeción de conciencia a la EpC, el Gobierno de la Generalitat valenciana prepara una resolución en la que se bloquea de hecho el reconocimiento de este derecho de los padres. Envío esta carta al Presidente Camps, con copia al Consejero de Educación, Alejandro Font de Mora.

Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana:

Me dirijo a usted para manifestarle mi profunda decepción por los planes de su gobierno para regular las enseñanzas de la mal llamada ‘Educación para la ciudadanía’ en la Comunidad Valenciana.

Usted y su conseller de Educación han de recapacitar y actuar como es de estricta justicia para con quienes, al objetar, no hacen sino ejercer un derecho específicamente reconocido por varias sentencias de nuestro TC.

Así pues, le solicito que en los cuatro cursos en que se incluyen esas enseñanzas bajo denominaciones diversas (5.º de Primaria, 2.º de ESO, 4.º de ESO y 1.º de Bachillerato) su gobierno reconozca expresamente el derecho de los padres a objetar en conciencia y que, como consecuencia de ello, en el expediente académico de los hijos de los objetores se refleje literalmente la exención de cursarlas y la de ser evaluados en ellas.

Así mismo, espero del gabinete que usted preside que, si opta por ofertar a las familias valencianas que rechazan el currículo de EpC alguna materia alternativa, sea realmente una alternativa (y no una variante de la misma asignatura) a la que puedan acogerse libremente quienes lo deseen, siempre que previamente hayan formalizado su objeción.

jueves, 24 de abril de 2008

Tener la información de la fuente, medio para un buen periodismo

Me parece que volvemos al periodismo de las cavernas, si como parece, se deja caer la piedra y se esconde la mano. Me gustaría saber: ¿por qué el Sr. Mañas de la Columna "la Mía", alude al Opus Dei, sin dejar claro su pensamiento?.
Soy miembro del Opus Dei y me gustaría sabe si su periódico tiene claro lo que es esta Institución de la Iglesia Católica. Y lo es como Prelatura Persona que tiene como misión la formación para la santidad de sus miembrosy la difusión del cristianismo a todas las personas de todas las naciones, de cualquier clase o condición; por tanto, no sigue ningún criterio político. Me dirá que las opiniones vertidadas en su periódico no tiene, específicamente que seguir la línea editorial. Pero, si le parece bien, les animo a su columnista y a usted mísmo que se dirijan a la página web del Opus Dei; y/o también dirigirse a mí mismo: Les dejo los links:
página del Opus Dei: http://www.opusdei.es/
mi blog:http://juanlu-periodistaeducador.blogspot.com/
mi e-mail: urbanomesa@gmail.com
Atentamente:

Juan Luis Urbano Mesa

lunes, 21 de abril de 2008

Para una convivencia posible

Hay cada vez más atentados a la dignidad de la persona, ante la últimas noticias aparecidas en los medios de comunicación:
- Un conductor que produce un accidente con muertes, por estar ebrio;
- Apoyar Proyectos de ley que suponen un atentado a los no nacidos:
- Insolidaridad con motivo del agua;
- Adoctrinamiento en base a decretar que hay que cursar una asignatura que va contra los principios esenciales de la ética más elemental (Educación para la ciudadania);
- Denegar los princios elememtales de los Objetores,
- en fin...toda una serie de atropellos


Cuando la sociedad, la familia, la empresa dejan de ser humanas y se convierten en lugares donde el hombre atropella al hombre, es que no se vive la justicia.

La justicia regula la convivencia de la sociedad humana en cuanto humana, es decir, basada en el respeto de los derechos personales; nos decía JUAN PABLO II,en la Audiencia General del 8-XI-1978: «Es principio fundamental de la existencia y de la coexistencia de los hombres, como también de las comunidades humanas, de las sociedades y de los pueblos».

De todo lo anterior se desprende que para que haya una convivencia estable y duradera es necesaria la virtud de la justicia vivida en las personas singulares.

Si de verdad queremos que la justicia impere en una sociedad -ya se trate de una aldea o de la nación-, hagamos justos a los hombres que la componen: que cada uno de nosotros comience a ser justo.

Y debe ser justo en ese triple plano:
- con quienes nos relacionamos cada día,
- con quienes dependen de nosotros,
- dando lo que debemos a la sociedad de la que formamos parte.

Esta es la primera obligación moral de la justicia, ser justos en todos los aspectos de nuestra vida: convivir con rectitud y limpieza, ser justos con la familia, con el vecino...

Y el Estado debe promover la justicia con leyes justas, con miras al bien común, sin sesgos partidarios. Si esto no lo cuida puede verse involucrado en una convivencia poco estable.