Podemos
considerar la alegría como el valor humano fundamental, síntesis y resumen de
todos los demás valores.
La alegría y el
optimismo están íntimamente relacionados, ya que el hombre tiende a la
felicidad y la alegría, y cualquier bien o situación puede ser fuente de
alegría. Por eso, la vida misma es un generador constante de alegría.
De lo anterior se
desprende que debemos acudir a la definición de optimismo para llegar a la de la alegría.
REALISMO OPTIMISTA
Se puede
considerar el optimismo como una condición personal que permite a cada uno
optimizar la situación con realismo o sin realismo
Los hijos que
llegan a saber que tienen una misión de servicio en la vida, siempre
encontrarán salidas para ayudar a los demás. Por eso, pueden ser optimistas.
Hemos de
transmitir a los hijos que la conversación, el descanso el trabajo, la
naturaleza, la amistad..., son las cosas sencillas y cotidianas que deben estar
presentes en nuestra vida. Sin embargo, la búsqueda ansiosa y descontrolada
de satisfacciones (por lo general materiales) conduce a la pérdida del
equilibrio interior. Por ser el trabajo una expresión de nuestra capacidad y
nuestra aportación a la sociedad en que vivimos, lo mostraremos como uno de las
fuentes de satisfacción y alegría
más importantes.