sábado, 4 de mayo de 2013

Necesidad de informar con rigor (I)



Desde que tuve uso de razón me enseñaron a decir la verdad, ser coherente y buen ciudadano . En consecuencia que tratara de ser un cristiano con todas las consecuencias, Hoy en esta època de relativismo comprobamos que todo lo escrito anteriormente carece de sentido para la sociedad en la que vivimos; para no ser tremendista ni negativos en algunas personas.
Con el paso del tiempo, en la secundaria "no obligatoria",  pude asimilar lo importante de ser rigurosos en lo que pensamos, decimos y hacemos. Pasé, posteriormente, por la etapa universitaria donde la esencia era, y es, estudiar  científicamente con saberes universales de forma que lo que escribamos sea consecuencia de una coherencia de vida. 
Actualmente todo esto parece una utopía para muchos, no todos, con lo que tenemos que convivir y denunciar convenientemente. 
Toda esta introducción viene a cuento de lo que se ve en los medios de comunicación, redes sociales y todo tipo de medios de información. Ante una sociedad en la que sus integrantes (personas concretas) no valoran, ni comprueban y juzgan con poco "rigor" lo emanado por cualquier tipo de información que suele estar "vendida" al mejor postor, y que normalmente apela al sentimentalismo, oportunismo y datos faltos de rigor.
Iré a lo que quiero denunciar con los argumentos históricos que lo avalen.
Se oye y escribe que la solución de toda la crisis es romper con todo (antisistemas): contra los directivos de los bancos, empresas, políticos, monarquía...-en general, dicen ellos que todo el que sea rico-, cuando los que tienen sueldazos, casas, coches y demás son ellos. Lógicamente no me estoy refiriendo a los desempleados ni a los "mileuristas", ni a algunos de los sindicatos.
Ahora bien, ya toma visos de poca credibilidad cuando se insta a que se debe ir contra la Iglesia. Hay suficientes argumentos sobre la manera de financiación, ayuda de Cáritas (ningún sindicato ni "casa del pueblo",  he visto que tenga comedores y almacenes de ropa para ayudar al parado y necesitado). Con esta consigna fueron en los años 30 del siglo pasado contra los católicos en general y con los sacerdotes y religiosos en particular: con toda clase de atrocidades,
Y aquí es donde viene lo que trato de traslucir con lo expresado sobre el "rigor", en este caso con la Historia. Hay que leer más y no dejarse llevar por los "panfletos".
A continuación paso a exponer los escritos del historiador Vázquez de Prada de aquella época:


La segunda República española

...Un mes más tarde, el 14 de abril, se proclamaba la segunda República en España. Suceso de gran resonancia histórica; ruidoso, más que grande. Y, por supuesto, no una de las grandes cosas que esperaba. Las grandes cosas perduran en el presente divino, mientras que el advenimiento de nuevos regímenes y revoluciones pasa pronto a constituir un eslabón muerto en la cadena de sucesos pretéritos. Como consecuencia del resultado de las elecciones municipales celebradas el 12 de abril, el rey Alfonso XIII abandonó el trono y se exiló voluntariamente para evitar derramamiento de sangre. En medio de manifestaciones y bullanga callejera se constituyó un gobierno provisional, por amalgama de los partidos republicanos. El vacío dejado por el antiguo régimen lo llenaría una ola enardecida de fervores populares. La casi totalidad de los políticos alzados al poder eran enemigos declarados de la Iglesia, que pretendieron, apresuradamente, crear un Estado laicista (1). De las elecciones generales del 28 de junio de 1931, en las que, en son de protesta, se abstuvieron de participar muchos católicos, salieron las Cortes Constituyentes que habían de elaborar la nueva Constitución. La mayoría de sus diputados eran socialistas, masones y radicales; sus sentimientos e ideologías, agresivamente anticatólicos (2).



(1) El Gobierno provisional, en el que había dos católicos y cinco masones, se estableció, desde su constitución el 14 de abril, como "gobierno de plenos poderes", otorgándose un Estatuto jurídico en cuyo artículo 3º sienta como principio de su política la libertad de creencias y culto (cfr. "Gaceta de Madrid", nº 105, 15-IV-1931, 195).
El clero y los católicos aceptaron los hechos y el nuevo orden político serenamente, aunque con preocupación por el carácter anticlerical de las fuerzas republicanas. El 24 de abril el Nuncio, Mons. Tedeschini, envió una carta a todos los Obispos transmitiéndoles unas indicaciones sobre la postura a adoptar:
«Ser deseo de la Santa Sede que vuestra Excelencia recomiende a los Sacerdotes, a los religiosos y a los fieles de su diócesis, que respeten los poderes constituidos y obedezcan a ellos para el mantenimiento del orden y del bien común» (cfr. F. de Meer, La Cuestión religiosa en las Cortes Constituyentes de la II República Española, Pamplona 1975, pp. 30-31).
(2) La Santa Sede confiaba en que el gobierno respetaría los derechos de la Iglesia y el Concordato vigente.
67 Los partidos con mayor representación de diputados en las Cortes Constituyentes fueron los Socialistas (117), los Radicales (93), los Radical-Socialistas (59) y la Izquierda Republicana de Cataluña (43). El resto eran pequeñas facciones de 9 partidos (cfr. República Española. Cortes Constituyentes, Madrid 1932, p. 124). Componían la Cámara 406 diputados en total.

lunes, 29 de abril de 2013

ISABEL LA CATÓLICA

ISABEL LA CATÓLICA
Título:
ISABEL LA CATÓLICA
Autor; FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, MANUEL
 
 
Estudio biográfico sobre la figura humana y política de Isabel I de Castilla (1451-1504), casada con Fernando I de Aragón, ambos conocidos como los Reyes Católicos. El volumen incluye álbum fotográfico, cronología, fuentes, bibliografía e índice onomástico.
La obra, apoyada en un amplio sustrato de reflexión sobre la biografiada y en un atento examen de documentación variada y de interés, es un estudio amplio y riguroso sobre la figura de la reina, su gran capacidad para el gobierno y la política, interior y exterior, y para atender al ámbito doméstico y familiar. Pone también de manifiesto cómo la reina alentó grandes empresas e impulsó las artes y las letras. Todo ello queda avalado por numerosos fragmentos, breves y bien escogidos, de crónicas, memorias, textos de historiadores, etc., y, en muchas ocasiones, con notas a pie de página que amplían la información. En todo el libro la postura del autor es ecuánime, con relación tanto a temas controvertidos como a los comúnmente admitidos, tanto a personas como a acontecimientos. El estilo, muy descriptivo y ágil, con léxico variado y sencillo, aumenta el sector de lectores a los que interesará esta biografía.

ORACIÓN DE LA REINA ISABEL LA CATÓLICA

Tengo miedo, Señor,
de tener miedo
y no saber luchar.
Tengo miedo, Señor,
de tener miedo
y poderte negar.

Yo te pido, Señor,
que en Tu grandeza
no te olvides de mí;
y me des con Tu amor
la fortaleza
para morir por Ti.