viernes, 14 de diciembre de 2012

Asia Bibi pasará su cuarta Navidad en la cárcel por ser cristiana




JUAN LUIS, 
Asia Bibi pasará su cuarta Navidad en la cárcel por ser cristiana

El pasado 5 de noviembre, Asia Bibi, encarcelada y condenada a muerte por ser católica, escribió esta carta a los españoles, desde su celda en la prisión de Sheikhupura, Pakistán.
También va dirigida a ti:
Prisión de Sheikhupura, Pakistán, 5 de noviembre de 2012
Me llamo Aasiya Noreen Bibi y no sé si llegarás a leer esta carta. Escribo a los hombres y las mujeres de buena voluntad de España, desde mi celda sin ventana en el módulo de aislamiento de la prisión de Sheikhupura, en Pakistán. Llevo encerrada aquí desde el mes de junio de 2009. Me han condenado a morir en la horca por blasfemar contra el profeta Mahoma. Dios sabe que es una sentencia injusta y que mi único delito, en este mi gran país al que tanto amo, es ser católica. No sé si estas palabras verán la luz y llegarán a ser leídas por alguien al otro lado de los muros de esta cárcel. Si el Señor misericordioso quiere que así sea, pido a los españoles que recen por mí e intercedan ante el presidente de mi hermoso país para que me permita recuperar la libertad y volver a reunirme con mi familia, a la que tanto echo de menos. 
Estoy casada con un buen hombre llamado Ashiq Masih y, juntos, tenemos cinco hijos que son una bendición del Cielo: un varón, Imran, y cuatro chicas, Nasima, Isha, Sidra y la pequeña Isham. Solo quiero volver a estar con ellos, a ver sus sonrisas y devolverles la paz. Están sufriendo por mí, al verme encerrada y privada de justicia. Temen por mi vida, pues la sentencia que me condena a morir ahorcada es firme y un indulto puede evitar que acabe ejecutándose. Un juez, el honorable Naveed Iqbal, entró una mañana en mi celda, después de condenarme a una muerte horrible, y me ofreció revocar la sentencia si me convertía al Islam. Yo le agradecí de corazón su buena intención, pero también le dije, con toda la claridad de la que soy capaz, que prefiero morir como cristiana que salir de prisión siendo musulmana. "He sido juzgada por ser cristiana”, le dije al señor juez. "Creo en Dios y en su enorme amor. Si usted me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por Él”, le dije.
Dos hombres justos han sido asesinados por pedir justicia y libertad para mi persona. Su destino me desgarra el corazón. El gobernador de mi región, Punjab, el señor Salman Taseer, fue asesinado el 4 de enero de 2011 por un miembro de su escolta, simplemente porque pidió a las autoridades del Gobierno que me pusieran en libertad y se opuso a la ley sobre la blasfemia que rige en Pakistán. Dos meses después, un ministro del Gobierno, el señor Shahbaz Bhatti, cristiano como yo, fue asesinado por la misma causa. Rodearon su coche y le dispararon con ensañamiento hasta darle muerte. 
Me pregunto cuántas personas más tienen que morir por causa de la justicia. Rezo a todas horas para que Dios misericordioso ilumine el juicio de nuestras autoridades y sus leyes civiles restablezcan la antigua armonía que siempre reinó en mi gran país entre las personas de distintas religiones. Jesús nuestro Señor y Salvador nos amó libres y creo que la libertad de conciencia es uno de los mayores tesoros que nuestro Creador nos ha dado y tenemos que preservarlo.
Sentí una gran emoción al conocer que el Santo Padre Benedicto XVI había pedido mi indulto. Dios me conceda vivir para peregrinar a Roma y, si es posible, agradecérselo personalmente.
Ahora pienso en mi familia. Lo hago a todas horas. Vivo con el recuerdo de mi esposo y de mis hijos, y pido a Dios misericordioso que me permita volver a reunirme con ellos. No sé si esta carta llegará a tus manos, amigo o amiga española. Si así fuera, acuérdate de que hay personas en el mundo que son perseguidas por causa de su fe y, si está en tu mano, pide por nosotros al Señor y escribe al presidente de Pakistán rogándole por que me permita volver a estar con mi familia.
[Haz clic en el enlace para pedir la libertad de Asia Bibi al presidente de la República de Pakistán, Asif Ali Zardari: http://www.hazteoir.org/firma/49765-firma-asia-bibi-casa-ya]
Si lees esta carta, Dios lo habrá hecho posible. Que Él, que es bueno y justo, te colme con su Gracia.
Afectuosamente,

Aasiya Noreen Bibi
La carta de Asia Bibi ha llegado a España en manos de Ashiq Masih y Sidra Masih, su marido y su cuarta hija. Están en Madrid para recibir el Premio HazteOir.org 2012 a esta mujer valiente, símbolo de la libertad de conciencia en todo el mundo.
Asia Bibi se dispone a pasar su cuarta Navidad lejos de casa. Su situación es injusta y cruel. El Papa Benedicto XVI ha pedido su libertad, al igual que las principales ONGs de derechos humanos del mundo. HO sigue recordando en España que Asia Bibi está en la cárcel por ser católica.
Actúa por la libertad de Asia Bibi. Pide al presidente de Pakistán, el señor Asif Alí Zardari, que le devuelva la libertad para que pueda regresar a casa con su marido Ashiq Masih y sus cinco hijos, el varón Imran, y las chicas de la casa, NasimaIshaSidra y la pequeña Isham.
Envía ahora tu petición al presidente de Pakistán:
http://www.hazteoir.org/firma/49765-firma-asia-bibi-casa-ya
La grandeza humana de Asia Bibi no debe hacerte olvidar que está en la cárcel y sobre ella pesa una condena a muerte que puede ejecutarse en cualquier momento.
Su único delito es ser cristiana. Su única esperanza eres tú.
No te quedes al margen. Actúa.
Asia Bibi debe volver a casa ¡ya!
¡Gracias por tu compromiso activo con la libertad de conciencia!
Ignacio Arsuaga y todo el equipo MasLibres.org
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lunes, 10 de diciembre de 2012

A Alfred Hitchcock se le saltaban las lágrimas cuando comulgaba en sus últimos días


Lo revela el sacerdote que le atendió
A Alfred Hitchcock se le saltaban las lágrimas cuando comulgaba en sus últimos días
«Había estado un tiempo alejado de la Iglesia, así que contestaba a la misa en latín», recuerda el entonces joven jesuita Mark Henninger.


Una reciente biografía de Donald Spoto sobreAlfred Hitchcock (1899-1980) le presenta rechazando la religión en el lecho de muerte. "No es verdad. Yo estaba allí", ha sido la rápida respuesta de Mark Henninger, sacerdote profesor de Filosofía en la Universidad de Georgetown y entonces joven jesuita que atendió espiritualmente en sus últimos días al católico y londinense director de cine en su mansión de Bel Air.

Así lo ha explicado en un artículo publicado en el Wall Street Journal, donde confiesa que desde pequeño era un aficionado a la legendaria serie Alfred Hitchcock presenta y a sus "curiosas presentaciones" de los capítulos, "tan distintas a cualquier otra cosa de la televisión" (ver vídeo abajo). Se comprende entonces el choque que supuso para él entrar en la casa a principios de 1980 y encontrarse a su ídolo "en una esquina del cuarto de estar, dormitando con un pijama negro azabache".

Una oportunidad para no desaprovechar
Había ido allí a celebrar misa, invitado por otro miembro de la Compañía de Jesús, Tom Sullivan, que conocía bien al cineasta y le confesaba. El padre Henninger se quedó estupefacto ante la inesperada propuesta: "Pero, por supuesto, dije que sí", afirma traduciendo la emoción que le embargaba ante elgolpe de suerte de conocer al maestro.