Segundo episodio de la serie protagonizada por el Comisario Dupin, adscrito al departamento de Finisterre, en la Bretaña francesa, que se traslada a las cercanas islas Glénan donde han aparecido los cadáveres de tres desconocidos. Las Glénan forman un extenso archipiélago, sometido a los vientos del Atlántico, en el que los aficionados a los deportes marinos, alternan con empresarios de turismo y pescadores dedicados a la recolección de mariscos.
Las primeras pesquisas permiten al comisario establecer la identidad de las víctimas y, tras los análisis del forense, determinar que dos de los cadáveres presentaban síntomas de haber ingerido dosis mortales de barbitúricos antes de caer al mar. El equipo de policías al mando de Dupin descubre, al interrogar a familiares, amigos y colegas de los fallecidos, que debido a su conducta inmoral, egoísta y corrupta, todos ellos habían provocado el odio de sus vecinos, circunstancia que elevaba el número de sospechosos a cifras considerables. Viejos rencores, agravios del pasado y factores económicos, se revelan como parte del entramado que forman las relaciones propias de comunidades reducidas, y que serán los hilos argumentales que lleven finalmente a la policía a resolver el caso, de cuya conclusión resulta que la actitud del asesino se muestra más noble y justa que la de sus víctimas. El ingenio y rasgos de carácter del Comisario Dupin, cobran un especial relieve durante el proceso de investigación y en ocasiones, prevalecen frente al desarrollo de la trama policiaca. Las descripciones de los paisajes marinos y de los fantasmales juegos de luces del Atlántico Norte, recogidas en las leyendas celtas, contribuyen a crear un clima de misterio recogido con trazos de notable calidad litería.
Jean-Luc Bannalec es el pseudónimo del escritor Jörg Bang (Bonn, Alemania, 1966) creador de la serie Dupin iniciada con el título “El misterio de Pont-Aven” (2012) que ha obtenido gran éxito editorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario