Hay dinero para abortar pero no para operar. La Generalidad catalana subvenciona a los mayores centros abortistas de Barcelona mientras los ciudadanos asisten impotentes al deterioro de la sanidad pública autonómica.
Hay una "casta parasitaria política" que opera igual que los NAZIS, matando a seres humanos sin pestañear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario