En esta obra se analiza el impacto de las nuevas tecnologías de la información en la educación y en los hábitos de los jóvenes. Dirigida a educadores y a padres con hijos en edad adolescente, ofrece claves de interpretación, razonables y coherentes, acerca de los cambios de la era digital, que por la velocidad de la innovación esta llena de ambigüedades y riesgos. En un contexto en el que las TIC están presentes en los ámbitos de la educación formal, no formal y en la familia, el autor advierte sobre el uso incontrolado de las redes sociales y su papel transformador en los jóvenes, sin planteamientos alarmistas pero tampoco acríticos. Defiende la necesidad de acceder al mundo digital con unas referencias morales previas, para no quedar atrapados e instrumentalizados por este universo. La vocación docente, la autoridad del profesor, la estructura de los programas educativos, y lo que es la verdadera pedagogía ocupan muchas páginas, en un análisis profundo y claro, del que se puede extraer que la personalización de los procesos y el perfil humano de los alumnos ha de primar sobre las pizarras digitales y ordenadores en el aula, sin dejar de aprovechar lo que de bueno tiene lo nuevo. En definitiva, el libro es una llamada al uso responsable de las herramientas digitales, que exigen una nueva antropología y una nueva pedagogía, que no olvide la educación para la libertad desde la responsabilidad.
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