Relato de intriga policiaca protagonizado por el sargento detective suizo Studel, encargado de esclarecer el asesinato de un antiguo conocido suyo que, meses antes, le había confiado sentir la premonición de que no tardaría en morir de forma violenta.
El agente se desplaza al lugar del crimen, una población rural que albergaba, además de la antigua y tradicional posada, un centro de acogida para vagabundos y una escuela de jardinería. Las pesquisas de Studel se dirigen en primer lugar hacia los empleados y clientes del hostal donde se hospedaba la víctima y se amplían más tarde con los interrogatorios a los acogidos para terminar con los profesores y alumnos de la escuela agrícola. El policía descubre que existe un elevado número de sospechosos debido a la compleja personalidad del fallecido y a su próspera y envidiada situación económica. El número de posibles autores del crimen acaba por reducirse a los familiares, hermanos y sobrinos, que aspiraban al reparto de la herencia y se acusan unos a otros con el fin de eliminar a los rivales. Pero Studel, hombre ponderado, discreto y tenaz, no se deja engañar y establece sus propios criterios con tal acierto que logra finalmente identificar al verdadero culpable y liberar al resto de las sospechas que a lo largo del atestado habían recaído sobre ellos.
El autor, con estilo sencillo y ágil, describe acertadamente el ambiente rural de las granjas y huertos de la campiña suiza, que componen, junto a las montañas, bosques y ríos un paisaje encantador. La mentalidad de los personajes, emociones, odios y afectos, responde a un concepto primario de las relaciones humanas, a diferencia de las actitudes y conductas más sutiles propias de los relatos del género negro que transcurren en las grandes ciudades.
Friedrich Glauser (1896-1938) conocido por su tormentosa vida, ha sido considerado como padre y fundador de la novela policiaca suiza.
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