AUTOR: Deon Meyer
Novela de intriga cuya acción transcurre en Ciudad del Cabo entre las 5,37 horas de la madrugada y las 18,36 de la tarde en un día cualquiera del verano de Sudáfrica. El inspector Benny Griessel se despierta sobresaltado por la llamada telefónica de un subordinado que reclama su presencia en el lugar del crimen. El cadáver de una joven ha sido hallado a las puertas de una iglesia, víctima de un feroz ataque con arma blanca. Además, no se dispone de testigos presenciales que puedan orientar las pesquisas. Los agentes no tardan en descubrir la identidad de la chica: se trata de una excursionista norteamericana que regresaba a su residencia junto a una compañera que, por suerte, había lograda escapar de la muerte.
Mientras el inspector Griessel organiza la búsqueda de la fugitiva, un nuevo crimen reclama su atención. El director de una famosa productora musical ha sido asesinado a tiros en su domicilio, por lo que deberá desplazarse al lugar de los hechos para interrogar a los posibles sospechosos. Los episodios se suceden con ritmo acelerado, siguiendo una secuencia cronológica que, minuto a minuto, adquiere mayor intensidad y fuerza. Si, por un lado, y a lo largo de las horas, la joven testigo norteamericana parece ilocalizable en la angustiosa huida de sus perseguidores, la policía despliega sus fuerzas para rescatarla con vida. Los dos asesinatos, que en principio no guardaban relación, se perfilan interferidos a través de una trama de intereses corruptos en la que participan autoridades y miembros del cuerpo de policía. La gran perspicacia y valor desplegada por el inspector Griessel logra desenmascarar a los culpables y restablecer la justicia en unos momentos de agitación social derivada de las diferencias raciales y étnicas latentes en la República Sudafricana. El autor maneja con habilidad y acertada técnica narrativa los hilos de la intriga, cuyo incierto final mantiene la atención del lector hasta el inesperado y original desenlace.
Deon Meyer (Sudáfrica, 1958) obtuvo con esta obra el premio Boeke 2008, uno de los más prestigiosos del género de novela negra en su país.
Mientras el inspector Griessel organiza la búsqueda de la fugitiva, un nuevo crimen reclama su atención. El director de una famosa productora musical ha sido asesinado a tiros en su domicilio, por lo que deberá desplazarse al lugar de los hechos para interrogar a los posibles sospechosos. Los episodios se suceden con ritmo acelerado, siguiendo una secuencia cronológica que, minuto a minuto, adquiere mayor intensidad y fuerza. Si, por un lado, y a lo largo de las horas, la joven testigo norteamericana parece ilocalizable en la angustiosa huida de sus perseguidores, la policía despliega sus fuerzas para rescatarla con vida. Los dos asesinatos, que en principio no guardaban relación, se perfilan interferidos a través de una trama de intereses corruptos en la que participan autoridades y miembros del cuerpo de policía. La gran perspicacia y valor desplegada por el inspector Griessel logra desenmascarar a los culpables y restablecer la justicia en unos momentos de agitación social derivada de las diferencias raciales y étnicas latentes en la República Sudafricana. El autor maneja con habilidad y acertada técnica narrativa los hilos de la intriga, cuyo incierto final mantiene la atención del lector hasta el inesperado y original desenlace.
Deon Meyer (Sudáfrica, 1958) obtuvo con esta obra el premio Boeke 2008, uno de los más prestigiosos del género de novela negra en su país.
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