jueves, 17 de diciembre de 2009

¡Increible! Latino-américa sale de la crisis

En una revista económica de América latina nos explica la salida de CRISIS. ¡Con lo que le cuesta a este gobierno socialista salir de ella!

América Latina en la era post-crisis
Tal como se esperaba, América Latina ha iniciado la recuperación económica
en el segundo semestre del año que termina, liderada por Brasil,
que ha dado una serie de sorpresas positivas a lo largo del año.
A diferencia de crisis anteriores, en esta ocasión la gran mayoría de
los países de la región han dado un fuerte sesgo expansivo a las políticas
económicas, sin provocar desequilibrios que pongan en peligro
dicha recuperación. La creciente solidez de las finanzas públicas, el
control de la inflación y la credibilidad ganada por los bancos centrales,
así como la mayor flexibilidad de los mercados cambiarios han
sido factores fundamentales para este mejor desempeño regional. También
ha contribuido un entorno internacional más favorable, especialmente
por la recuperación de los precios de materias primas y la menor
aversión al riesgo. La primera ha dado un respiro a aquellos países
de la región que se encuentran más marginados del crédito internacional,
como es el caso de Argentina y Venezuela. La mayor holgura financiera
que ello ha representado ha sido fundamental para evitar ajustes
fiscales que habrían acentuado la recesión en esos países.
Una característica común a prácticamente toda la región, ha sido la
fortaleza exhibida por los sistemas financieros, que apoyados por políticas
monetarias expansivas, han sido capaces de sortear sin grandes
problemas las restricciones de acceso a la financiación internacional a
fines de 2008, y las caídas en los niveles de actividad y aumento en las
tasas de mora ocurridas principalmente en la primera parte del año.
Respecto de estas últimas, es destacable el hecho de que si bien han
subido, se mantienen muy por debajo de los niveles alcanzados en
crisis anteriores, reflejando una mayor madurez de estos sistemas,
tanto respecto de la regulación y supervisión, como de las prácticas
bancarias.
Otro elemento común en esta crisis ha sido el colapso del comercio
internacional, tema explorado en uno de los capítulos de este informe,
que se explica tanto por ajustes de precios, como por una caída muy
fuerte en los volúmenes de importaciones, derivados del fuerte choque
de expectativas y de los temores respecto a las disponibilidades
futuras de financiación. Esto llevó a un ajuste extraordinario en los
inventarios, que se observó tanto a nivel de países desarrollados como
de la región y cuyo impacto fue amplificado por la caída del comercio.
La buena noticia es que ante una normalización de las expectativas y
las condiciones de crédito, estos factores amplificadores deberían apoyar
la recuperación económica.
La región sale entonces fortalecida de esta crisis, pero con desafíos
importantes para capitalizar las nuevas oportunidades derivadas de
este cambio. En el corto plazo enfrenta la dificultad de conciliar el desarrollo
de su sector exportador con monedas más apreciadas que
reflejan los mayores precios de sus exportaciones, así como sus menores
primas de riesgo, además de la debilidad del dólar en los mercados
globales. Este factor condicionará la normalización de las políticas
económicas, acentuando la necesidad de reducir primero el impulso
fiscal, para sincronizar mejor los ajustes de tasas de interés con las del
mundo desarrollado, evitando así presiones adicionales sobre las monedas.
Tal como muestra otro de los capítulos de este informe, en el mediano y
largo plazo la región enfrenta el desafío de crear condiciones para un
mayor aporte del capital, la innovación y las ganancias de eficiencia como
pilares de su desarrollo económico, cuando enfrenta los últimos
quinquenios del llamado “bono demográfico” que le ha permitido sustentar
su crecimiento en los aportes del aumento de su fuerza de trabajo.

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