jueves, 16 de julio de 2009

El descanso es cambiar de actividad

En el CAPÍTULO CUARTO de la Enciclica de Benedicto XVI (CARITATIS ET VERITATIS), nos señala que «La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un deber».[105] En la actualidad, muchos pretenden pensar que no deben nada a nadie, si no es a sí mismos. Piensan que sólo son titulares de derechos y con frecuencia les cuesta madurar en su responsabilidad respecto al desarrollo integral propio y ajeno. Por ello, es importante urgir una nueva reflexión sobre los deberes que los derechos presuponen, y sin los cuales éstos se convierten en algo arbitrario"


Este comentario es de una actualidad que pone los pelos de punta: Leyes a favor del aborto, eugenesi, eutanasia,etc..

Y el Papa sigue dando en la diana de lo que el pensamiento pagano, tan parecido al romano de hace XXI siglo: Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos, de carácter arbitrario y superfluo, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad[JP II]. Se aprecia con frecuencia una relación entre la reivindicación del derecho a lo superfluo, e incluso a la transgresión y al vicio, en las sociedades opulentas, y la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales en ciertas regiones del mundo subdesarrollado y también en la periferia de las grandes ciudades".

Dicho de una forma menos diplomática: Mientras los progres y ricos (no todos, estos últimos), van en busca del placer a costa de la inmoralidad que cometen -por el hecho en sí y su perversión personal, los de clase media y pobre, luchan por el sustento diario. Sus batallas están en la línea de pagar la hipoteca, la comida, y esto si no han eido al "temible para".

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