REDACCIÓN HO.-
Miles de personas acudirán este domingo a la misa de campaña en las inmediaciones del Valle de los Caídos, tras el cierre del templo ordenado por el Gobierno Zapatero.
Para evitar otra multitudinaria manifestación de rechazo a los usos totalitarios de Zapatero, el Gobierno socialista ha rectificado una postura que ningún país occidental entendería: la de los fieles ante las puertas cerradas de una iglesia.
Nueva humillación disfrazada de concesión
El Gobierno ha comunicado a los monjes benedictinos de la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos que este fin de semana podrán celebrar misa en el recinto. Graciosa concesión esta de quien no tiene autoridad para abrir o cerrar un recinto religioso. Pero los fieles no podrán ejercer libremente su derecho de acceder al interior de la basílica pontificia.
El Gobierno ha propuesto que la Misa de campaña del domingo se celebre en una de las explanadas, aunque la Basílica sigue cerrada a cal y canto.
Es decir, se trata de evitar la foto de la carretera cortada por la multitud de fieles orando. El Gobierno permite que los ciudadanos entren en el recinto para no ofrecer una imagen degradable en el telediario del régimen, el de TVE, Cuatro, La Sexta, Telecinco, Antena 3, etc.
Se mantiene la Misa
Los monjes celebrarán las Misas de todos los domingos a las 11:00 horas en la explanada o en otro lugar del recinto hasta que se vuelvan a abrir definitivamente las puertas del Valle de los Caídos.
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