Hay una capacidad de olvidar que es buena para "perdonar" una ofensa, un agravio; e incluso a veces una aparente "ofensa" o un agravio. Esta actitud es buena en sí, pero cuando se está juzgando un hecho como posiblemente delictivo es distinto. Esto es lo que sucede con el tema del atentado del 11 de marzo en Madrid.
Por ello es que os traslado este vídeo que me ha dejado asombrado.
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