Espías en la ONU

¡He visto a los guardias de seguridad de la ONU acechar a laicos cristianos cuando los radicales abortistas los tildan de “peligrosos”!
La próxima conferencia de la ONU arremeterá contra la oposición de la Iglesia al aborto...
Los radicales abortistas segregan a los creyentes en las conferencias de las Naciones Unidas...

Ayude a Friday Fax a defender a la Iglesia y a los creyentes de los ataques de los grupos pro-abortistas…
13 de mayo de 2009
Estimado Lector de Friday Fax:
Mientras Usted lee esta carta, la ONU ultima los detalles de una conferencia en Berlín en la que se "celebrará" el decimoquinto aniversario de la Conferencia de El Cairo sobre Población y Desarrollo.
En esa reunión, habrá sesiones protocolares presididas por funcionarios de las Naciones Unidas en las que se instruirá a los delegados de la ONU sobre cómo argumentar en contra de la oposición religiosa al aborto.
La misma también estará presidida por un archienemigo de la Iglesia: "Católicas por el derecho a decidir”, grupo anticatólico y pro-abortista muy estimado en la sede de la ONU.
Esta reunión estará comandada, además, por la mayor agrupación que promueve el aborto en el mundo: la Federación Internacional de Paternidad Planificada. Esta organización es vista por la ONU como la “ONG por excelencia”, y considera que ese grupo genocida es su mejor aliado en lo que ellos denominan “salud reproductiva”.
Este encuentro en Berlín será un festival del odio contra los niños en gestación y contra los creyentes que quieren salvarlos del bisturí de los abortistas.
Recuerde que, en la Conferencia de El Cairo de 1994, el Papa Juan Pablo II El Grande resistió los intentos de la ONU de introducir el derecho internacional al aborto. Fue entonces que los activistas pro-vida enfrentaron por primera vez a la ONU.
En temas como el aborto, la Iglesia está prácticamente sola en la ONU.
He visto con mis propios ojos cómo las autoridades de la ONU vociferaban contra los negociadores del Vaticano que querían hablar. Se les recriminaba a los gritos que “obstaculizaban el consenso” sobre el derecho de las mujeres de abortar a sus niños en gestación.
He sido testigo de cómo un diplomático vaticano resistía, completamente solo, el peso del mundo.
¡He visto a los guardias de seguridad de la ONU acechar a laicos cristianos cuando los radicales abortistas los tildan de “peligrosos”!
He comprobado cómo los cristianos defensores de la vida se quedaban durante toda la noche en las calurosas salas de conferencias, que huelen a humedad, para evitar que los abortistas se salieran con la suya.
Lo sé.
He estado entre ellos.
Por ende, sé lo que se viene en la próxima conferencia de la ONU.
Algunas veces, cuando la Iglesia libra su batalla solitaria, las únicas caras amigables en el recinto son C-FAM y Friday Fax. Es por eso que le escribo hoy.
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