He leido en HAZTEOIR lo siguiente:
Ante la emisión del programa "Salvados por la Iglesia (I)", emitido por el canal "La Sexta", el pasado domingo a partir de las 21:30 h., el Observatorio Antidifamación Religiosa, ha remitido a HO un comunicado en el que se suma a la denuncia realizada por otros colectivos, como CONFAPA, y manifiesta lo siguiente:
Todo el programa estaba clarísimamente dirigido no a informar ni a entretener sino a burlarse de la Iglesia.
Este programa ha sido, en su conjunto, una burla de mal gusto que ofende profundamente el sentimiento de muchos ciudadanos españoles. El tono en que estaba grabado todo el programa traspasaba manifiestamente los límites razonables de la libertad de expresión al ofender abiertamente a la Iglesia.
Algunas partes han sido especialmente hirientes. Entre ellas, la entrevista burlesca que le hacen al Obispo de Sant Feliú de LLobregat, la escena de la pareja en la catedral, la entrevista a Sánchez Dragó (en la que se le ríe la gracia de haber cometido una profanación y un sacrilegio).
La cuestión de la burla en torno a una recogida de firmas para que declaren santo a una persona, es igualmente ofensiva al reírse de un proceso de la Iglesia, que pertenece a su funcionamiento interno, que debe ser en todo momento respetado, aunque quepa la discrepancia; debe ser tratado siempre de forma respetuosa y no frívola, riéndose además de la buena fe de las personas que "picaron" en el gancho que les echó el periodista en cuestión.
El episodio de la entrega de una guitarra de Rodolfo Chikilicuatre merece una mención aparte. ¿Acaso no se dan cuenta los responsables de la cadena que banalizar la figura del Papa, además con engaño, no es algo que agrade a los católicos?
El hecho de que les echaran de una conferencia en la embajada de España ante la Santa Sede da una idea de la realidad de la cuestión: era un programa ofensivo.
El anuncio de la siguiente emisión es aún más ofensivo, al contener imágenes de una persona completamente alejada de la Iglesia revestida con hábitos sagrados.
Como siempre se ataca a la Iglesia Católica de una forma descarada y gratuita al saber que las armas que tenemos para atacar no son la mentira ni la acritud. También tengo la seguridad de la victoria final - no me refiero al final de los tiempos, a veces, ocurre en el tiempo en el cual vivimos-. Lo que ahora se está produciendo con las cadenas de televisión afines al gobierno socialista es una campaña orquestada para desacreditar a los católicos y sus creencias. Me parece que el camino es que cada uno en su puesto: los padres de familia con la defensa de la vida y el derecho a la educación de sus hijos; los empresarios generando una relación amistosa con sus empleados; los profesores atendiendo a los alumnos con un acercamiento y espíritu de servicio; los alumnos estudiando y obedeciendo a padres y profesores; los políticos defendiendo los derechos humanos, que no son recogidos por la Revolución francesa sino por la judia y cristiana... En fin, todos! con una vida coherente.
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