Ante las próximas Elecciones Generales en marzo, expongo algunas de los puntos de vista sobre Educación en el Discurso del Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy:
Señoras, Señores:
Con ocasión de esta reapertura del curso escolar, la primera desde que he sido elegido Presidente de la República, deseo hablarle del futuro de nuestros niños.
Este futuro, está en las manos de cada uno de los padres que tiene el encargo de instruir, de guiar, de proteger estos espíritus y estas sensibilidades que no son formados todavía completamente, que no alcanzaron su madurez plena, que se buscan, que son todavía frágiles, vulnerables.
Habla de la moral, de sus capacidades físicas desde su edad más joven y a lo largo de su adolescencia.
Anima a fortalecer el crecimiento de la inteligencia, la sensibilidad que se abre(se desarrolla), que encuentra su camino,... ¿ Pero qué de más difícil también? Porque al lado del orgullo de ver al niño crecer, su carácter y su juicio confirmarse, al lado de la felicidad de transmitir lo que cada uno tiene el sentimiento de haber de más precioso en él, siempre tiene miedo allí de equivocarse, de retener un talento, de frenar un arranque, de ser demasiado indulgente o demasiado severo, de no comprender lo que el niño mismo lleva, lo que prueba(experimienta), lo que es capaz de cumplir.
Alude a la exigencia, base de una Educación estable y creciente en el alumno
Una exigencia se impone al adulto frente al niño que aumenta, la de no asfixiar a su personalidad sin renunciar a educarle. Cada niño, cada adolescente le tiene su manera de ser, de pensar, sentir. Pero debe también enterarse. Mucho tiempo la educación descuidó a la personalidad del niño.
La exigencia y el rigor de esta educación lo hacía un factor poderoso de promoción social. Muchos niños sin embargo sufrían de eso y se encontraban excluidos de sus beneficios. Esto no era porque faltaban de talento, ni porque eran incapaces de aprender y de comprender pero porque su sensibilidad, su inteligencia, su carácter estaban a gusto mal en el marco único que se quería imponerles a todos. Por una suerte(tipo) de reacción, desde algunas décadas, es la personalidad del niño quien ha sido puesta en el centro de la educación en lugar del saber.
Aconseja que se vuelva a la autoridad de padres y profesores.
La cultura común que se transmitía de generación en generación enriqueciéndose de la aportación de cada una de ellas se pulverizó a punto que es más difícil de hablarse y de comprenderse. El (fracaso) escolar alcanzó niveles que no son aceptables. La desigualdad delante del saber y delante de la cultura se aumentó, al mismo tiempo que la sociedad del conocimiento imponía en cualquier parte del mundo su lógica, sus criterios, sus exigencias. Las posibilidades de promoción social de los niños de la que las familias no podían transmitir lo que la escuela no transmitía.
También anima a los padres a ser los primeros educadores
Nuestro papel es ayudarles a hacerse unos adultos, a hacerse unos ciudadanos. Somos los primeros educadores.
Para los profesroes les recomienda
El fin no es contentarse con un mínimo fijado de antemano, ni sumergir al niño bajo un flujo de conocimientos demasiado numerosos engalanó que plaza situación de dominar alguna. El fin eres esforzarse por dar tiene cada uno el máximo de instrucción que puede recibir empujando sabido colocó a lo más lejos posible sabido gusto de aprender, sabido curiosidad, sabido abertura (obertura) aguda, sonidos sentido (dirección) del esfuerzo. Lo consideró de sí debe ser el principal(director de colegio) resorte de esta educación. Dar tiene como cada uno de nuestros niños, tiene cada adolescente de nuestro país lo estimó de él mismo haciéndole descubrir que tiene talentos que lo hacen capaz de cumplir lo que él mismo no habría creído que él mismo podría cumplir.
Recompensar el mérito, sancionar la falta(culpa), cultivar la admiración del que es bien, de lo que es justo, de lo que es bello, de lo que es grande, de lo que es verdad, de lo que es profundo, y el détestation de lo que es malo, de lo que es injusto, de lo que es feo, de lo que es pequeño, de lo que es mentiroso, de lo que es superficial, de lo que es mediocre, he aquí cómo el educador le presta servicio al niño de quien tiene el cargo y cómo le exprime(expresa) mejor el amor y el respeto que le lleva. El respeto, justamente, debería ser el fundamento de toda educación. Respeto del profesor enfrente del alumno, los parientes(padres) enfrente del niño, el respeto del alumno al profesor, del niño para sus parientes(padres), respeto de otros y respeto de él sí mismo, he aquí lo que la educación debe producir. Si no hay más bastante respeto en nuestra sociedad es primero, estoy convencido de eso, un problema educativo.
Deseo que reconstruyamos una educación del respeto, una escuela del respeto. Deseo que nuestros niños se enteren de la cortesía, la abertura(obertura) aguda, la tolerancia, que son unas formas del respeto. Deseo que los alumnos se descubran cuando están en la escuela y qué se levantan cuando el profesor entra en la clase, porque es una marca(señal) de respeto. Deseo que se le aprenda a cada uno de ellos a respetar el punto de vista que no es el suyo, la convicción que no comparte, la creencia que es extraña para él, para que se le dé a entender hasta qué punto la diferencia, la contradicción, la crítica lejos de ser los obstáculos a su libertad están al contrario de las fuentes de enriquecimiento personal.
Realzar el hecho religioso,
un análisis sociológico, cultural e histórico el que permita comprender mejor la naturaleza del hecho religioso. El génesis de las grandes religiones, sus visiones del hombre y del mundo(gente) deben ser estudiadas, no, por supuesto, en un espíritu cualquiera de proselitismo, no en el marco de una aproximación teológica, pero en el de un análisis sociológico, cultural e histórico el que permita comprender mejor la naturaleza del hecho religioso. El espiritual, el sagrado acompañan de toda eternidad la aventura humana. Están en las fuentes de todas las civilizaciones y nos abrimos más fácilmente a otros, dialogamos más fácilmente con ellos cuando los(las) comprendemos.
Pero el aprendizaje de la diferencia no debe conducir a descuidar la participación a una cultura común, a una identidad colectiva, a una moral partida. Educar es despertar la conciencia individual y alzarlo escalonadamente hasta la conciencia universal, es hacer para que cada uno se sienta una persona única y al mismo tiempo cobrador de la humanidad muy entera. Entre dos hay algo esencial que ninguna educación pudiera contornear. Entre la conciencia individual y la conciencia universal hay, para nosotros franceses, una conciencia nacional y una conciencia europea.
En lugar de Educación para la Ciudadania un fortalecimiento de la conciencia del ciudadano
Entre la conciencia de la pertenencia al género humano y la conciencia de un destino individual, la educación debe también despertar conciencias cívicas, formar a ciudadanos. Nuestros niños jamás serán unos ciudadanos del mundo si no somos capaces de hacerlo a ciudadanos franceses y ciudadanos europeos. La familia desempeña por supuesto un papel esencial en la transmisión de la identidad nacional.
Y cuidar la Tradición
Pienso también en los valores en intelectuales, a un modo que es limpio de nosotros pensar, reflejar(reflexionar). Pienso en esta tradición francesa del pensamiento claro, en esta inclinación tan francesa por la razón universal que está en nuestra filosofía, en nuestra ciencia, pero que es también en nuestra lengua, en nuestra literatura, en nuestra arte.
Y concluyo con esta reflexión de Nicolás Sarkozy:
Somos los herederos de todas las grandes civilizaciones que contribuyeron a la fecundación recíproca de las culturas que está engendrando la primera civilización planetaria.
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